Telefónica y el fondo KKR han alcanzado un acuerdo para invertir en la nueva InfraCo, sociedad encargada de operar y desplegar fibra óptica al hogar en Chile. Bajo este acuerdo, Telefónica Chile mantendrá un 40% de participación en la compañía mientras que KKR adquirirá un 60% de InfraCo.
Al igual que la operación entre Liberty Global y O2 en el Reino Unido, la jugada en Chile parece resultar muy positiva para los involucrados. Por un lado, valora a InfraCo en 1.000 millones de dólares y le permite a Telefónica reducir su deuda financiera en aproximadamente 400 millones de euros. Pero, además, es la forma de mantener presencia en el mercado y, al mismo tiempo, poder generar mayor inversión gracias al aporte del fondo KKR. Para KKR, en tanto, se trata de una jugada más inversora con Telefónica, como aquella que hizo con Telxius.
InfraCo comenzará sus operaciones con dos millones de unidades inmobiliarias pasadas (UUII), con planes de despliegue para elevar la cantidad de casas pasadas a 3,5 millones de unidades al 2022. Así, se podría llegar con fibra a más de la mitad de los hogares chilenos.
En palabras de Alfonso Gómez Palacio, CEO de Telefónica Hispanoamérica: “Esta transacción demuestra el valor de nuestras infraestructuras y nuestra voluntad de continuar con el desarrollo sostenible del mercado de fibra en Chile. Hemos sido testigos de una actividad comercial en auge durante los últimos 12 meses, y esta transacción respaldará aún más este impulso, ya que podremos acelerar el despliegue de fibra óptica, más necesario que nunca”.
La jugada recuerda en parte al acuerdo firmado entre Telefónica Alemania y Allianz por el cual también se crea una compañía conjunta —aunque, en este caso, con partes iguales— para desplegar fibra óptica en ese mercado.
Pero, además, el acuerdo de Telefónica en Chile muestra otro proceso que parece estar dándose paralelamente, al menos entre las compañías que se ven más necesitadas en términos económicos financieros: la creación de redes neutrales para fibra óptica. Al igual que ocurrirá en Alemania, InfraCo tiene como objetivo compartir su infraestructura, ofreciendo acceso mayorista para el negocio FTTH a todos los proveedores de servicios de telecomunicaciones que, a su vez, ofrecerán servicios a sus clientes finales.
La compañía tiene experiencia en la compartición de infraestructura a través del proyecto mayorista Internet para Todos (IPT) en Perú y, como cliente, en México, donde tiene un acuerdo con AT&T para hacer uso de su red móvil.
El proyecto en Chile es similar al que Telefónica tiene en Alemania con Allianz y es probable que lo repita también en otros mercados. En Perú, por ejemplo, la compañía ya avanzó en la separación de InfraCo, en un movimiento que podría ser un anticipo en la búsqueda de inversores.
Este tipo de jugada no es única de Telefónica.
La Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) también ha llegado a un acuerdo similar recientemente con el objetivo de captar inversores para su red de fibra óptica y poder ofrecerla de forma mayorista. Y en Brasil, Oi está en conversaciones con fondos para la venta de parte de InfraCo, su negocio de infraestructura de fibra óptica.
Estos movimientos parecen indicar una sospecha:
El acceso a la infraestructura de telecomunicaciones se ha vuelto un commodity y la competencia deberá estar en los servicios, por lo que compartir infraestructura se vuelve la jugada más racional. Si bien compañías como América Móvil todavía entienden que la fibra óptica es estratégica y no pretenden hacer ninguna operación en este sentido —al menos eso aseguraron los ejecutivos de la compañía en la última reunión de inversores—, los más necesitados si ven en las redes mayoristas una opción para poder mantener su presencia en el mercado, generar valor y, por qué no, contribuir a la sostenibilidad del sistema, con menos cantidad de cables desplegados en las ciudades. La transacción, que deberá ser aprobada por las autoridades de competencia, se espera se concrete en la primera mitad de 2021.