Lechugas espaciales: ¿un riesgo para la salud de los astronautas?
Las lechugas son uno de los alimentos más consumidos en el mundo, por su sabor, su valor nutricional y su facilidad de cultivo. Pero, ¿qué pasa cuando se cultivan en el espacio? ¿Son seguras para el consumo humano? ¿Qué beneficios y riesgos tienen para la salud de los astronautas? Estas son algunas de las preguntas que intentaremos responder en este artículo.
¿Cómo se cultivan las lechugas en el espacio?
Desde hace varios años, la NASA ha estado experimentando con el cultivo de lechugas en la Estación Espacial Internacional (ISS), como parte de un proyecto llamado Veggie1. El objetivo es proporcionar a los astronautas una fuente de alimentos frescos, que les aporte vitaminas, minerales y fibra, y que también les ayude a mejorar su estado de ánimo y su bienestar psicológico.
Para cultivar las lechugas en el espacio, se utilizan unas cámaras de crecimiento equipadas con iluminación LED y un sistema de riego especial, que permite que las plantas crezcan en un ambiente de microgravedad y con una radiación más intensa que la de la Tierra. Las semillas se plantan en unos almohadillas que contienen un sustrato orgánico y se riegan con una solución nutritiva. El proceso de germinación y crecimiento dura entre 33 y 56 días, dependiendo de la variedad de lechuga.
¿Son comestibles las lechugas espaciales?
Según un estudio publicado en 2020 en la revista Frontiers in Plant Science2, las lechugas cultivadas en el espacio son aptas para el consumo humano, ya que no presentan diferencias significativas en cuanto a su composición química, su valor nutricional y su carga microbiana, en comparación con las lechugas cultivadas en la Tierra. De hecho, las lechugas espaciales tienen un mayor contenido de potasio, fósforo, sodio, azufre y zinc, y un menor contenido de hierro, magnesio y manganeso, que las lechugas terrestres.
Los astronautas que han probado las lechugas espaciales han reportado que tienen un sabor similar al de las lechugas normales, y que les resultan agradables y refrescantes. Además, han manifestado que el hecho de poder comer alimentos frescos les hace sentir más cerca de casa y les mejora el ánimo.
¿Qué efectos tiene comer lechugas en el espacio?
A pesar de que las lechugas espaciales son comestibles y nutritivas, también pueden tener algunos efectos negativos en la salud de los astronautas, debido a las condiciones ambientales en las que se cultivan y se consumen. Algunos de estos efectos son:
Mayor riesgo de infecciones: las lechugas espaciales pueden albergar bacterias patógenas, como la Salmonella, que pueden causar enfermedades gastrointestinales en los astronautas. Esto se debe a que las plantas tienen un sistema inmunitario más débil en el espacio, y a que los astronautas también tienen una menor respuesta inmune, por el estrés y la falta de gravedad. Además, las condiciones de higiene y conservación de los alimentos en el espacio son más difíciles de mantener que en la Tierra.
Mayor retención de líquidos: las lechugas espaciales tienen un alto contenido de agua y de sodio, lo que puede favorecer la retención de líquidos en el organismo de los astronautas. Esto puede provocar hinchazón, aumento de peso, hipertensión arterial y problemas renales. Por eso, se recomienda que los astronautas limiten el consumo de lechugas espaciales y que beban suficiente agua para mantenerse hidratados y eliminar el exceso de sodio.
Menor absorción de calcio: las lechugas espaciales tienen un bajo contenido de oxalato, un compuesto químico que se une al calcio y dificulta su absorción. Esto puede ser beneficioso para prevenir la formación de cálculos renales, pero también puede ser perjudicial para la salud ósea de los astronautas, que ya sufren una pérdida de masa ósea por la falta de gravedad. Por eso, se recomienda que los astronautas complementen el consumo de lechugas espaciales con otros alimentos ricos en calcio, como los lácteos o los frutos secos.
¿Vale la pena comer lechugas en el espacio?
Como hemos visto, el cultivo de lechugas en el espacio es un avance científico que tiene ventajas e inconvenientes para la salud de los astronautas. Por un lado, les proporciona una fuente de alimentos frescos, que les aporta nutrientes, fibra y placer. Por otro lado, les expone a un mayor riesgo de infecciones, retención de líquidos y pérdida de calcio.
Por lo tanto, se puede concluir que comer lechugas en el espacio vale la pena, siempre y cuando se haga con moderación, precaución y variedad. Es decir, que los astronautas no se excedan en el consumo de lechugas espaciales, que las laven y almacenen adecuadamente, y que las combinen con otros alimentos que les aporten los nutrientes que les puedan faltar.
Esperamos que este artículo te haya resultado interesante y que te haya ayudado a conocer mejor el cultivo de lechugas en el espacio y sus efectos en la salud. Si quieres saber más sobre este y otros temas relacionados con la ciencia, la tecnología y la salud, te invitamos a seguir leyendo nuestro portal de noticias. Gracias por tu atención y hasta la próxima.