Las líneas aéreas están recurriendo a la inteligencia artificial para trazar rutas eficientes en combustible y evitar paradas no planificadas para recargar.
A medida que los vuelos comerciales de larga duración ponen a prueba los límites de los aviones, el aprendizaje automático se está volviendo esencial para trazar rutas eficientes en combustible y evitar paradas no planificadas para recargar.
El software de planificación de rutas utiliza algoritmos de aprendizaje automático para ayudar a los pilotos a evitar el mal tiempo y aprovechar los vientos favorables.
También puede recomendar una velocidad más lenta para ahorrar combustible y maximizar la eficiencia del vuelo. Como un motor de búsqueda en línea, el software de planificación de rutas mejora a medida que se utiliza más.
La Inteligencia Artificial está transformando los sistemas manuales de aviación de décadas de antigüedad, desde la venta de boletos hasta los procedimientos de la cabina.
A medida que los vuelos de larga distancia se vuelven cada vez más comunes y se busca reducir las emisiones de carbono, la Inteligencia Artificial ofrece a las aerolíneas nuevas formas de ahorrar dinero y combustible.
La planificación de vuelos es una tarea compleja que requiere tener en cuenta muchos factores, como las características de la aeronave, el clima y el viento. La Inteligencia Artificial es especialmente útil para encontrar la solución de costo mínimo, teniendo en cuenta todas las restricciones y parámetros.
Para lograr una ruta óptima, se deben tener en cuenta los parámetros clave de la aeronave, como el peso y la velocidad óptima. También se debe aprovechar los vientos favorables y evitar las tareas con viento en contra.
En las rutas de larga distancia, la planificación de vuelos es aún más importante, ya que se está en el límite de la aeronave y hay un equilibrio entre la carga que se puede transportar y la cantidad de combustible necesario para completar el vuelo sin parar.
La planificación de vuelos implica cuatro dimensiones: latitud, longitud, tiempo y probabilidad. La hora de salida es el dato más impreciso durante la fase de planificación, lo que hace que sea difícil calcular la ruta óptima.
Sin embargo, una vez en el aire, todos los factores son conocidos con mayor precisión y se pueden ajustar los parámetros del vuelo para maximizar la eficiencia.