El teletrabajo tomó auge como una práctica laboral de respuesta a la pandemia, es marcada la tendencia hacia la combinación de la modalidad presencial y la virtual, aunque las intensidades y las velocidades todavía son difusas.
Ejecutivos y líderes de equipos evalúan las principales enseñanzas que dejó el teletrabajo.
Iniciada la cuarentena, Globant, uno de los principales desarrolladores argentinos de soluciones informáticas a nivel global, llevó a modo remoto a sus 16.250 colaboradores en todo el mundo (4.800 en el país y 600 en Córdoba). Lo primero que debió lograr fue la aceptación de sus clientes. ‘
En palabras de Gabriel Allasia, vicepresidente de Desarrollo de Globant a cargo de las operaciones en Córdoba: “Los mayores aprendizajes fueron la autonomía de los globers (empleados) para autoplanificar su trabajo y el sostenimiento del negocio en la virtualidad”.
Uno de los desafíos fue mantener la cohesión en torno a la cultura de la empresa. Para ello, apelaron a las innovaciones propuestas por los propios equipos: organizar after virtuales, bienvenidas online a los nuevos empleados y reuniones de equipos.
Otro aspecto esencial fue entender que había que cuidar y proteger no sólo la salud física, sino también la emocional. Para lo cual la clave fue ser flexibles.
Mercado Libre también puso a trabajar online a los más de 3.850 empleados regionales (715 en Córdoba) y mantuvo presenciales a los puestos en Mercado Envíos, que garantizan la entrega.
En palabras de Eugenia Rubio, gerenta senior de Personas para Córdoba, Santa Fe, San Luis y Mendoza: “Internamente, decimos que inauguramos la era de las 5 C: cocrear acciones ágiles; comunicar en forma clara y constante, con un sistema de mensajería instantánea; contener a los equipos, con psicólogos, formación y encuestas; colaboración reforzada entre los equipos y conectarlos con los desafíos del negocio y de la comunidad, con capacitaciones y reuniones para feedback”.
El teletrabajo implicaba también derribar mitos, por ejemplo: el de la rigidez de los objetivos anuales. “La pandemia obligó a revisar objetivos y cumplimientos y adaptarlos a la situación”, agrega la ejecutiva de Mercado Libre.
En términos generales, la industria del software no sufrió caída de productividad, por estar acostumbrada a trabajar por objetivos. Esto era una costumbre para las grandes empresas, pero la pandemia demostró que las pymes también podían hacerlo.
En palabras de Pablo Gigy, presidente del Córdoba Technology Cluster (CTC): “El teletrabajo provocó un cambio cultural en la organización laboral, dependiendo de la naturaleza de las tareas. Va más allá de cambiar el lugar físico, implica organizar la tarea de una manera distinta, con objetivos para cada persona que se miden desde otro lugar y no con el horario”.
No obstante, sí fue afectada la productividad en otros sectores donde incidió más el déficit que tiene Argentina en infraestructura tecnológica.
Esto afirma Sebastián Albrisi, presidente de la Cámara Argentina de Centros de Contacto (CACC): “En el rendimiento personal, por las situaciones familiares, se dieron casos puntuales a los que se le encontró la vuelta. La caída más fuerte de productividad fue por los cortes de conectividad, de electricidad y de comunicaciones. Somos un servicio online en tiempo real, por lo cual estos problemas tuvieron un efecto importante”.
De acuerdo a datos que aporta la consultora Adecco Argentina, en 2020 tres millones de personas en el país tuvieron que adoptar el home office. Una encuesta reciente que realizó entre 3.700 trabajadores arrojó que 58% seguirá bajo esta modalidad, 17% volverá a la oficina y en el 25% restante no hay una decisión tomada.
Las empresas ya están planificando la vuelta a la oficina y el consenso es que se viene una etapa que combina presencialidad con teletrabajo.
Para Eugenia Rubio: “El retorno será paulatino. En Mercado Libre arrancará el 8 de marzo próximo, siempre con el foco puesto en el cuidado de las personas y con protocolos de sanitización. La idea es que una tercera parte de los equipos estarán una semana en la oficina y dos semanas en sus hogares. Para la pospandemia, pensamos en un esquema flexible con 50 por ciento de presencialidad”.
Se intenta capitalizar las ventajas de ambas modalidades con esquemas optativos. Todo será monitoreado por un comité, dependiendo de las patologías de riesgo entre los colaboradores y de la situación de quienes tienen niños o que viven con adultos mayores.
Las que sí tomaron decisiones de manejarse con menos espacio físico son las pymes, que encontraron en el teletrabajo una forma de bajar costos sin afectar la productividad.
De acuerdo a la encuesta del CTC, cuando pase la pandemia, 92% de las empresas tecnológicas no volverán al trabajo 100% presencial, la mitad lo hará con una modalidad totalmente remota y el resto, con un mix (combinación de trabajo presencial y virtualidad).
Sin embargo, todo dependerá de las autorizaciones del Centro de Operaciones de Emergencias (COE). La industria del software ya recibió el visto bueno, con programas de ocupación parcial por grupos y protocolos, pero los contact center sólo pueden retornar con hasta 30% de su personal.
“Los contact center que volvieron lo hacen con menos de 30%. La nueva ley de teletrabajo, que entra en vigencia el 1º de abril próximo, genera un problema, porque no podemos tomar las mejores decisiones cuando todavía persisten las restricciones. En Córdoba es del 30% del personal, pero en Buenos Aires no tenemos permitido volver”, explica Albrisi.
Según un estudio hecho por la CACC, previo a la reglamentación de la mencionada norma, el sobrecosto que genera oscila entre 2,7 y 26,8%, según cómo impacte en cada empresa la menor eficiencia por las regulaciones, la pérdidas de horas productivas y la mayor litigiosidad prevista. Ahora, se abren negociaciones colectivas e individuales que marcarán las modalidades de trabajo según las realidades de cada sector y de cada empresa.