El CEO de OpenAI, Sam Altman, solicitó la ayuda de China para el establecimiento de pautas de seguridad de la inteligencia artificial (IA) y así garantizar la seguridad de los nuevos sistemas.
Altman destacó que, con el surgimiento de sistemas de Inteligencia Artificial cada vez más poderosos, la cooperación global es fundamental. OpenAI ha tenido una fuerte presencia en China tras el lanzamiento de ChatGPT el año pasado durante una conferencia en Beijing.
Tanto China como Silicon Valley han experimentado un flujo de talento e inversiones hacia la Inteligencia Artificial, lo cual contribuirá a definir la creciente rivalidad tecnológica entre las dos economías más grandes del mundo.
Estos avances también han resaltado las tensiones en torno a la regulación del sector, con el presidente chino Xi Jinping enfatizando la necesidad de una mayor supervisión estatal para mitigar los riesgos para la seguridad nacional.
Altman elogió el talento en inteligencia artificial de China y afirmó que la alineación de sistemas avanzados de IA es un desafío que requiere las mejores mentes de todo el mundo.
Sin embargo, es importante señalar que ChatGPT no está disponible actualmente en China debido a las regulaciones de datos y la censura que han limitado el acceso de los gigantes tecnológicos occidentales como Google y Facebook.
Además, los expertos han señalado que las complejas leyes de datos y algoritmos dificultan el ingreso de las empresas occidentales al mercado de la IA en el país asiático.
Altman también ha enfrentado desafíos regulatorios en la Unión Europea, ya que manifestó que OpenAI podría retirarse de la regulación si se aprueban leyes propuestas que responsabilicen a las empresas por el uso de sus sistemas de Inteligencia Artificial.