Un proyecto de ley fue presentado ante la Asamblea Nacional Popular de China, el órgano legislativo del país. Si se aprueba en los próximos meses, esta legislación sería la primera a nivel nacional en el campo de la inteligencia artificial en China.
Según expertos citados por el diario local Global Times, esta nueva ley regularía la investigación y el desarrollo de la tecnología de inteligencia artificial y sus cadenas de suministro. Esto es considerado como una necesidad urgente, ya que el sector ha experimentado un crecimiento sin precedentes.
La implementación de una ley nacional en este ámbito es parte de un plan de desarrollo que China estableció en 2017. Según el vicepresidente del Instituto de Estado de Derecho de Inteligencia Artificial y Cibernética, Li Zonghui, la inteligencia artificial ya se utiliza en diversos campos, lo que ha generado grandes desafíos que deben abordarse con urgencia.
El plan establecido por el Consejo de Estado en 2017 subraya la importancia de establecer un sistema inicial de leyes, regulaciones, ética y políticas en el ámbito de la inteligencia artificial, a fin de poder evaluar y controlar su seguridad.
Según el proyecto de ley, se espera que la inteligencia artificial se convierta en una fuerza impulsora para mejorar la industria y la transformación económica del país para el año 2025.
En abril pasado, la Administración del Ciberespacio de China emitió un documento preliminar de regulaciones para el sector, en el que se establecía que los textos generados por la inteligencia artificial no podrán contener contenido que busque ‘subvertir el poder estatal, fomentar la división del país o promover el odio y la discriminación étnica’.
Además, se exigía a las empresas que tomaran medidas apropiadas para evitar la dependencia excesiva de los usuarios respecto al contenido generado por la inteligencia artificial.
Por otro lado, el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China (MIIT) anunció en mayo la creación de un comité y un grupo de expertos en ética de ciencia y tecnología, con el objetivo de establecer un sistema de gestión unificado para abordar cuestiones éticas en el campo de la inteligencia artificial.
Recientemente, empresas chinas como Baidu o Sensetime han presentado sus propios chatbots similares al popular ChatGPT desarrollado por la empresa estadounidense OpenAI. Sin embargo, han surgido interrogantes sobre la aplicación de esta tecnología en China debido a la estricta censura impuesta por las autoridades.