Como en todas las industrias, la Inteligencia Artificial va a transformar la manera en que las compañías de seguros evalúan el grado de ciberresiliencia de los potenciales clientes. También va a permitirles ofrecer directamente servicios de ciberseguridad. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que la IA por sí sola no puede resolver todos los retos de ciberseguridad.
Con el aumento de los costos de los seguros cibernéticos y la escasez de talento, las empresas comenzarán a cambiar la seguridad reactiva por una seguridad defensiva más efectiva. Al demostrar una acción preventiva contra los ciberataques, las entidades pueden ver reducidas sus primas.
Aunque muchos grupos hacktivistas utilizan un posicionamiento político como razón para lanzar ataques, pueden estar escondiendo otros motivos. Es posible que se desdibujen las fronteras entre el hacktivismo y acciones con fines comerciales, y que los ciberdelincuentes elijan el ransomware como fuente de ingresos para financiar otras actividades.
La tecnología Deepfake se utiliza a menudo como armas para crear contenidos que influyan en las opiniones, alteren los precios de las acciones o finalidades aún peores. Estas herramientas están fácilmente accesibles en Internet, y los ciberdelincuentes seguirán utilizando ataques de ingeniería social con deepfakes para obtener permisos y acceder a datos confidenciales.