Cómo Emiratos logró hacer llover en el desierto con la ayuda de las granjas solares
Emiratos Árabes Unidos es uno de los países más secos del mundo, con una precipitación media anual de solo 100 mm. Para hacer frente a la escasez de agua, el país ha recurrido a la ingeniería climática, utilizando drones y aviones para sembrar las nubes y provocar la lluvia. Sin embargo, hay otro método más sorprendente y ecológico que podría aumentar las posibilidades de lluvia en el desierto: las granjas solares. Un reciente estudio financiado por el gobierno de Emiratos ha demostrado que las granjas solares pueden generar un microclima favorable para la formación de nubes y la precipitación. Te explicamos cómo funciona este fenómeno y qué beneficios puede aportar.
El efecto de las granjas solares sobre el clima
Las granjas solares son instalaciones que aprovechan la energía del sol para generar electricidad mediante paneles fotovoltaicos. Estas instalaciones suelen ocupar grandes extensiones de terreno, especialmente en zonas desérticas donde la radiación solar es más intensa. Sin embargo, las granjas solares no solo producen energía limpia, sino que también pueden influir en el clima local.
Según el estudio publicado en la revista Solar Energy, las granjas solares pueden modificar la temperatura, la humedad y el viento en la superficie terrestre, creando un microclima que favorece la formación de nubes y la precipitación. Esto se debe a que los paneles solares absorben parte de la radiación solar y la convierten en calor, lo que provoca un aumento de la temperatura del aire cerca del suelo. Este aire caliente y húmedo se eleva y se mezcla con el aire frío y seco de las capas superiores de la atmósfera, generando una inestabilidad que puede desencadenar la condensación del vapor de agua y la formación de nubes.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Reading y la Universidad de Bath, utilizó modelos numéricos para simular el efecto de las granjas solares en el clima de Emiratos. Los resultados mostraron que una granja solar de 20 km2 podría aumentar la precipitación en un 1,2% en un área de 50 km2 alrededor de la instalación. Esto equivaldría a unos 2,5 mm de lluvia al año, lo que podría proporcionar agua potable a unas 30.000 personas.
Los beneficios de las granjas solares para Emiratos
Emiratos Árabes Unidos es uno de los líderes mundiales en el desarrollo de las energías renovables, especialmente la solar. El país cuenta con varias granjas solares de gran tamaño, como la de Noor Abu Dhabi, que tiene una capacidad de 1,2 GW y ocupa una superficie de 8 km2. El objetivo del país es generar el 44% de su electricidad a partir de fuentes limpias para 2050.
Además de contribuir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y a la diversificación de la matriz energética, las granjas solares podrían ofrecer otro beneficio para Emiratos: aumentar las posibilidades de lluvia en el desierto. Esto podría mejorar la seguridad hídrica del país, que actualmente depende en gran medida de la desalinización del agua de mar, un proceso costoso y contaminante. Asimismo, podría favorecer el desarrollo de la agricultura y la reforestación en zonas áridas, lo que ayudaría a combatir la desertificación y a preservar la biodiversidad.
¿Es posible hacer llover en el desierto con granjas solares?
El estudio financiado por Emiratos ha demostrado que las granjas solares pueden tener un efecto positivo sobre el clima y la precipitación en el desierto. Sin embargo, esto no significa que se pueda hacer llover a voluntad con solo instalar paneles solares. El fenómeno depende de muchos factores, como la ubicación, el tamaño, la orientación y el diseño de las granjas solares, así como de las condiciones meteorológicas y atmosféricas de cada momento. Además, el efecto es relativamente pequeño y no garantiza que la lluvia se produzca en el lugar deseado.
Por eso, los investigadores recomiendan combinar las granjas solares con otras técnicas de mejora de la lluvia, como la siembra de nubes o la gestión del uso del suelo. También sugieren realizar más estudios y experimentos para confirmar y optimizar el efecto de las granjas solares sobre el clima. De esta forma, se podría aprovechar el potencial de las energías renovables para hacer frente a uno de los mayores desafíos del siglo XXI: la escasez de agua.