¿Cómo medir la rentabilidad real de un ERP para las pymes?

Datisa publicó las claves para medir de manera correcta la rentabilidad real de un ERP en las pymes. Estableciendo como punto de partida la medición e identificación de los costos, pues en el proceso de selección de un ERP existen diferentes proveedores que cotizarán el costo total del proyecto en función de factores muy diversos.

Dichos factores van desde el costo de las licencias o el costo de suscripción, la adaptación de las infraestructuras técnicas, los costos asociados a la implementación, la gestión del cambio que incluye formación, comunicación y muchas veces, reubicación de recursos, entre otros.

En palabras de Isabel Pomar, CEO de Datisa: “Un ERP solo será útil para la pyme si su implementación reporta no solo beneficios en cuanto a la agilidad y la flexibilidad, sino desde el punto de vista económico. Está claro que establecer workflows y sistemas que permitan automatizar los procesos facilita el día a día. Pero, desde el punto de vista de la rentabilidad, los gerentes de las pequeñas y medianas empresas exigen cifras. También el sistema está preparado para facilitar esa información”.

Una vez se han identificado y contabilizado al detalle todos los costos, las organizaciones deben medir de la manera más objetiva posible los beneficios asociados al uso del nuevo aplicativo. 

Existen diversas formas de medir este valor, sin embargo, hay algunas pautas que son comunes a la mayoría de las empresas. Algunas de los más relevantes se pueden resumir en los siguientes puntos:

Los costos operativos:

Tanto los costos básicos relacionados con la propia actividad, los que tienen que ver con el día a día del negocio, como a los gastos que implican otros servicios adicionales, aunque necesarios. Para hacerlo las pymes pueden identificar otras categorías de costos que les permitirán definir con más exactitud esos costos operativos encontramos:

• • Automatización: las tareas y procesos que precisaban trabajo manual y que con un ERP pueden simplificarse y automatizarse. 
  • Centralización de la información: apostar por un ERP modular que permita integrar y centralizar toda la información de ventas, compras, producción y contabilidad.
  •  Servicios: Pasar de un sistema local a una solución en la nube, hace que los costos también disminuyan. Sin la obligación de disponer de espacio físico para los servidores, ni la dependencia de los equipos de TI para hacer el mantenimiento y las actualizaciones. 

Ciclos de ventas más cortos:

Después de implementar un ERP las empresas notarán una reducción significativa de sus ciclos de ventas. Es una cuestión de eficiencia y de aplicar los recursos óptimos a la ejecución de cada tarea. Muchos ERP, además, permiten la integración con otros aplicativos para la gestión de la relación con los clientes (CRM) lo que hace que el proceso de venta sea aún más corto y mucho más eficiente.

Cadena de suministro optimizada:

Otro elemento a tener en cuenta en el cálculo del ROI tiene que ver con la racionalización de la cadena de suministros. Un ERP permite gestionar toda esta información con mucha facilidad y obtener así, mejores acuerdos comerciales.