Covid-19: el teletrabajo vuelve a recomendarse en las empresas
Pocos días después de la publicación de un comunicado del wali de Casablanca-Settat, en el que pide que se fomente el teletrabajo, las organizaciones profesionales siguen su ejemplo, recomendando a las empresas asociadas que adopten esta modalidad de trabajo, siempre que sea posible.
Ha llegado el momento de volver a estar atentos. A finales del pasado mes de diciembre, el wali de la región de Casablanca-Settat, publicó un comunicado en el que invitaba a las administraciones, autoridades locales y empresas privadas de la región a adoptar el teletrabajo siempre que fuera posible. Ante el resurgimiento de las infecciones por Covid-19, las organizaciones profesionales siguen animando a las empresas afiliadas a mantener, si no a volver, a esta modalidad de trabajo.
Recientemente, la Confederación General de Empresas de Marruecos (CGEM), envió una carta a todos sus miembros. “Estamos (por tanto) todos y todas llamados a mantener un alto nivel de responsabilidad y a redoblar la vigilancia, garantizando la aplicación estricta de las medidas sanitarias en nuestras empresas y promoviendo el teletrabajo”, recomienda la carta firmada por Chakib Alj, presidente de la CGEM.
Asimismo, La Asociación Nacional de Gestores y Formadores de Recursos Humanos (AGEF), adopta el mismo tono: “Efectivamente, recomendamos la transición al teletrabajo. Dicho esto, hay que tener en cuenta que adoptar esta forma de trabajo al 100% en una empresa no es posible”, declaró Zakaria Rbii, presidente de AGEF.
Por ello, desde la publicación del comunicado del wali, la AGEF recomienda a las empresas miembros que adopten un formato híbrido en el que el teletrabajo, concierna entre el 50% y el 70% de su plantilla, frente al 50% y el 70% presencial. Y es que, además de la imposibilidad de aplicarlo a todas las funciones, el teletrabajo no sólo tiene sus ventajas. “Los comentarios que hemos recogido nos dicen que en algunas empresas el teletrabajo, dificulta la consecución de los objetivos comerciales y de producción, reduce al mínimo las relaciones humanas y la transferencia de conocimientos y conlleva su cuota de estrés, difícil de evacuar por estar aislado”, revela Zakaria Rbii.
En conclusión, si hay beneficios, es más probable que recaigan en las empresas: el teletrabajo ahorra en OPEX (gastos de funcionamiento), como el transporte del personal, el catering de la empresa y los costes de energía
