Desmantelado un ‘call center’ que estafó a miles de personas
Disponían de más de 50 puestos de teleoperador para la ejecución de cientos de llamadas al día, simulaban ser intermediarios encargados de saldar deudas de morosos.
Cada víctima sufrió en promedio una estafa de 1.000 euros en su factura telefónica. Dado el buen diseño de las operaciones que les daba apariencia de legalidad, prácticamente no hubo denuncias.
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal, los siete detenidos se hacían pasar por intermediarios de los ficheros de morosidad para eliminar el importe de las supuestas deudas, aunque posteriormente se quedaban el dinero y la deuda seguía existiendo.
Los servicios eran ofertados por el grupo criminal de forma supuestamente gratuita a través de las empresas mercantiles que habían constituido, cuando realmente conducían a los usuarios a iniciar un proceso que incluía diferentes llamadas con tarifas adicionales de manera fraudulenta, lo que suponía un alto perjuicio económico para las víctimas.
Las empresas de los detenidos usaban sin autorización las marcas comerciales que eran propiedad de los verdaderos gestores de los ficheros de morosidad, confeccionaban sus páginas web para transmitir a los usuarios una apariencia de credibilidad y legalidad y simular que eran los auténticos propietarios de los ficheros de solvencia patrimonial.
Debido al cambio continuo de empresas y cuentas bancarias utilizadas para recibir los ingresos procedentes de la estafa, de momento no es posible cuantificar con exactitud el importe del fraude investigado, aunque si se tiene en cuenta que hay miles de víctimas y que el dinero que se obtenía de cada una de ellas puede ser cercano a los 1.000 euros, el beneficio ilícito obtenido por los detenidos supera los cuatro millones de euros.