El manejo adecuado de la vocación de servicio: un asunto importante

El término vocación, según la definición brindada por la RAE, proviene del latín y denota la acción de llamar, “inspiración con que Dios llama a algún estado”. 

El manejo adecuado de la vocación de servicio: un asunto importante
El manejo adecuado de la vocación de servicio: un asunto importante

Este significado de “Vocación” según la RAE se explica debido a que en la antigüedad la vocación estaba reservada a muy pocas personas, sólo a aquellos que poseían cargos muy altos como: sacerdotes, médicos y jueces del tribunal supremo.

Pero ha habido un cambio importante en este sentido y actualmente cualquier trabajo puede convertirse en una vocación y cualquier vocación en un trabajo, lo cual es una gran noticia porque significa que todos podemos cumplirla.

La vocación es un compromiso de mucha pasión con el trabajo, ya que las personas que la poseen consideran que están haciendo algo que contribuye al bien común, algo que los trasciende, lo cual confirma la definición aportada por la RAE. Dado que la misión de nuestra industria es la prestación de servicios a clientes a través de diferentes canales, el hecho de contar con la vocación de querer hacerlo cobra un valor fundamental.

Ya sea a través de la televenta, la recepción de reclamos o la gestión de cobranzas, siempre estamos prestando un servicio. Comprender este concepto y transmitirlo a los colaboradores nos permite crear sentido al trabajo. A través del sentido, las tareas y por ende la labor en sí revisten un propósito, una finalidad, que trasciende los objetivos numéricos y la rentabilidad que todas las empresas buscan alcanzar. Es aquí, el momento en el que se desarrolla y se expresa la vocación de servicio: cuando entendemos que estamos realizando una tarea que nos trasciende porque ayudará a otros.

¿Cuántas personas estarían dispuestas a abandonar un empleo que representa su vocación? 

La pregunta pone a la rotación en el banquillo: son menos las personas dispuestas renunciar a su vocación que las que renunciarían a un empleo, especialmente en la población de la generación Y.

Esta definición, trasciende el empleo y más aún la de servicio. Es posible cultivarla, el primer paso, es ayudar a que las personas comprendan de qué manera están involucradas en lo que hacen, qué aportan al equipo y a los clientes. Esta es la semilla de la motivación, la pertenencia y por consiguiente desarrollo de una vocación de servicio: entender qué hacemos, por qué y para qué.

El desafío que se nos plantea para construirla, es la forma de comunicar los objetivos de manera tal que los colaboradores puedan sentirse parte de un proyecto más importante: contribuir al bienestar de otras personas, ya sea acercándoles un producto que les puede ser útil o resolviendo un reclamo.

Trabajemos en esta dirección para que en “el mapa genético” de la industria el gen de la vocación de servicio sea predominante.

Fuente: aquí

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