En verano, la brasileña Oi, que había luchado bajo presión financiera durante algún tiempo, hizo planes para dividir su negocio móvil y prepararse para una venta. La empresa buscó alrededor de 15.000 millones de reales (2.900 millones de dólares) para la unidad, y los fondos recaudados se utilizarán para reducir la deuda y ampliar el despliegue de fibra de Oi.
El anuncio generó rápidamente el interés de los tres principales rivales de la empresa, TIM Brasil, Telefónica Brasil y Claro Brasil, y finalmente una oferta conjunta del trío fue la única registrada para el negocio.
TIM tomará la mayor parte de los activos de Oi, asumiendo el 40% de los clientes de Oi (alrededor de 14,5 millones de personas), más de la mitad de la asignación de espectro de la empresa (49 MHz) y el 49% de sus sitios móviles (alrededor de 7.200 ubicaciones). En consecuencia, pagó la mayor parte de la oferta, alrededor de 7.300 millones de reales ($ 1.440 millones).
Telefónica pagó alrededor de 5.500 millones de reales ($ 1.080 millones), ganando 10,5 millones de clientes, 43 MHz de espectro y 2.700 sitios móviles. Mientras tanto, los 3.600 millones de reales de Claro (710 millones de dólares) ganaron a la empresa alrededor de 11,6 millones de clientes y 4.700 sitios móviles, pero sin espectro.
Estos trozos del pastel se elaboraron teniendo en cuenta las regulaciones nacionales; TIM, con la participación actual más pequeña del mercado, pudo comprar la participación más grande para garantizar que la competencia del mercado no se pusiera en peligro.
Con el costoso despliegue de 5G en todo el país, especialmente con una subasta de espectro aún más retrasada, esta compra proporcionará un gran impulso a los tres operadores.
El acuerdo requerirá la aprobación regulatoria tanto del regulador nacional como del Consejo Administrativo de Defensa Económica, y se espera que se cierre en 2021.
Por: Harry Baldock // harry.baldock@totaltele.com
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