El metaverso se ha constituido en uno de los entornos virtuales de más alto crecimiento en los próximos cinco años, por ejemplo, según Grayscale Investments, representará una oportunidad de 1 billón de dólares al corto plazo, en mayor medida gracias al alto flujo de usuarios y clientes que empezarán a buscar un espacio en este nuevo panorama.
Así las cosas, será de vital importancia poner en práctica las lecciones aprendidas en el último par de años para satisfacer las necesidades de los millones de usuarios y potenciales clientes que se van incorporando al metaverso.
Con la pandemia, las dinámicas de atención al cliente cambiaron de manera radical, todas las industrias tuvieron que acoplarse a una nueva forma de acercarse a los usuarios, en donde la empatía y la agilidad para dar soluciones eran las prioridades.
Poder integrar estos aprendizajes al metaverso es el reto que las empresas deberán afrontar, ya que en un ámbito donde todos los elementos son interactivos, crear una experiencia del cliente sin obstáculos y donde sienta que sus problemas son realmente importantes, serán la diferencia entre retener o perder un usuario para siempre.
Las capacidades del metaverso para crear experiencias sin igual para los usuarios es una de sus características más importantes, lo que ha dado pie a un nuevo canal de comunicación para atraer nuevos clientes de una forma nunca vista.
Crear estas dinámicas interactivas que incentiven la participación del usuario no son fáciles de desarrollar. Poder crear elementos de esta clase requieren de un intercambio de información de una complejidad y tamaño incomparable a otros ecosistemas digitales.
Tener una infraestructura totalmente basada en la nube, capaz de soportar este intercambio de datos y la capacidad suficiente para dar la mejor calidad a la escala que la empresa u organización lo necesite, será de vital importancia para poder aprender el “a, b, c” de estas nuevas experiencias en el metaverso.