El sector Call Center desde la perspectiva de los trabajadores dominicanos
El sector Call Center tiene una presencia importante en las Zonas Francas de República Dominicana, los empleos en call centers representan casi el 15% de los empleos en estas zonas.
La perspectiva de algunos de quienes han trabajado en el sector es una referencia a tener en cuenta. Dejamos para nuestros lectores sus testimonios.
Aderlin de la Cruz, con ocho años de experiencia en los call centers, tiene experiencia trabajando en ellos bajo presión, pero también el crecimiento en el área y el pasar de un sueldo por hora, a uno fijo.
Ha trabajado en servicio al cliente en tres call centers y en su experiencia, a pesar de inconvenientes con supervisores hoy asegura: “Hubo un acoso constante de un supervisor cuando era nueva en los call centers”, pero también afirma que fuera de eso, hoy puede decir que trabaja en un lugar de crecimiento, con buen salario y ambiente laboral.
Por su parte, Katia, ha trabajado en call centers desde el 2013 y afirma que lo malo es el sistema de rigidez, sobre todo en atender llamadas telefónicas y si hay un supervisor o analista de un trato no muy afable, entonces la presión es mayor.
Sin embargo, en estos años de experiencia también afirma que: “Hay lugares donde uno no se puede ni parar por el trabajo, se vuelve tedioso si es llamadas, pero si es chat o email es más suave, menos presión (…) El call center es bueno para aquella persona con una meta rápida, que ahorra para viajes, comprar una casa, o un carro se va por ese trabajo, además hay profesionales como abogados, periodistas que hacen ese trabajo, porque puedes hacer carrera, es decir, escalar, crecer”.
Respecto a la forma de pago, dice que siempre dependerá si es un operador, supervisor, analista de calidad o gerente, estos últimos con salarios fijos que pueden rondar entre los RD$45.000.
Rosaura, exempleada del sector expone: “Pasé un periodo de un año trabajando en el área. En ese tiempo estuve en dos, el primero a mí me desagradó bastante, aunque la paga era buena. Casi nos exigían hacer horas extras, mucho desorden y pocas comodidades en el área de trabajo y el volumen de llamadas era horrible. Era tan así, que terminaba una llamada y 10 segundos después subía la otra”.
Dijo que en su segunda experiencia fue mejor. Se trataba de un banco norteamericano, donde contaba con un subsidio de RD$150 para el almuerzo y el pago por hora de RD$180, con un área de trabajo cómoda y los pagos puntuales.
Concluye: “Se maneja muchísima presión, comenzando con la empresa gringa que nos evaluaba la calidad del servicio en cinco llamadas diarias y los supervisores dominicanos que no dejaban de respirarnos en la oreja, prácticamente escudados en que trabajábamos en un banco buscaban que fuéramos perfectos y los clientes exigen mucho en cuanto al servicio”.