La andaluza Ana Vertedor es vicepresidenta de Salesforce Iberia, responsable de Alianzas y Canal. Además dirige la rama española de la red Salesforce Women Network, que lleva a cabo iniciativas para, entre otras cosas, visibilizar el trabajo de las mujeres en los sectores científicos y tecnológicos
Salesforce es referente mundial en el sector de la gestión de relaciones con el cliente (CRM), al que ofrece un paquete global de soluciones para emprender la transformación digital que incluye herramientas de marketing, comercio electrónico, atención al cliente, analítica… Prácticamente todas las necesidades que pueda tener una empresa no solo tecnológica, sino también tradicional que no quiera dejar pasar las oportunidades de negocio del tren de la digitalización.
Ana Vertedor, ingeniera informática por la Universidad de Málaga y con un currículum que incluye 12 años en Oracle, es desde 2014 vicepresidenta y responsable de Alianzas y Canal de Salesforce Iberia. Dirige además desde hace cuatro años la rama española de la Salesforce Women Network, una iniciativa que busca contribuir al desarrollo y el progreso de las mujeres con acciones para visibilizar, por ejemplo, su papel en el mundo de la tecnología y la ciencia.
-¿Qué tipo de servicios ofrece Salesforce?
-Dentro de nuestra plataforma tenemos clouds, o nubes, que cubren funcionalidades en distintos ámbitos: tenemos una nube para mejorar las ventas de nuestros clientes, otra relacionada con la atención al cliente, una de marketing y otra de comercio electrónico, tanto B2B [de negocio a negocio] como B2C [de negocio a consumidor]. A todo eso sumamos productos en el ámbito de la analítica y también de integración entre sistemas de una misma compañía. Los distintos servicios que ofrecemos en nuestra plataforma nos permiten interactuar con el cliente desde muchos puntos de vista, con una visión 360 para conocerle mejor y ofrecerle lo que necesita.
-¿A qué tipo de clientes presta servicio Salesforce?
-Salesforce se fundó hace 22 años y empezó trabajando en la pyme, con clientes más pequeños. Ahora tenemos equipos comerciales que trabajan en todos los segmentos de clientes, desde un empleado que pueda necesitar una plataforma de gestión de ventas hasta clientes con miles de empleados o que estén en el IBEX 35, si hablamos de España. A cada uno le vendemos la nube o nubes que necesitan. Podemos ayudar a la transformación digital de cualquiera que necesite un socio tecnológico para acompañarle en ese camino.
-¿Qué necesidades diferentes tienen las pymes con respecto a las grandes corporaciones?
-Las grandes corporaciones trabajan con nosotros en la transformación digital end-to-end, desde el punto de vista de las ventas, la gestión comercial, la integración, el marketing. Los clientes grandes son capaces de acometer una transformación digital más potente y las pymes van poco a poco. Tienen quizás un plan estratégico de hacia dónde les debe llevar la transformación digital pero van avanzando paso a paso en proyectos más pequeños. Empiezan a lo mejor por ventas o comercio electrónico y van a partir de ahí ampliando los servicios que necesitan.
-¿Qué presencia tiene Salesforce en Andalucía?
-Trabajamos por ejemplo con Cajamar y Cosentino, que confiaron con nosotros en toda su transformación digital (empezamos en ventas y luego hemos ido avanzando en la atención al cliente). En el ámbito agroalimentario tenemos a Bodegas Campos u Osborne; en el comercio minorista a Silbon o Álvaro Moreno; en servicios a Ximénez Iluminación, Anovo… Tenemos bastante presencia en Andalucía y queremos seguir ampliando. Para nosotros es muy importante el crecimiento en las regiones y Andalucía es un punto clave en esa capilaridad que queremos alcanzar en todo el territorio. Nuestro ecosistema de socios cuenta con en torno a 20 firmas muy activas en el mercado andaluz que trabajan con Salesforce, como Deloitte, Indra o Accentur.
-¿Tienen alguna peculiaridad las empresas andaluzas con respecto a las de otras regiones?
-En Andalucía hay dos grandes grupos de empresas. Por un lado, start-ups o empresas con un canal muy fuerte de comercio electrónico y, por otro, las más tradicionales. Las compañías que tienen claro que su crecimiento viene por el comercio electrónico son muy activas en ese campo, y hay start-ups andaluzas muy avanzadas y que ven la transformación digital como la herramienta clave para pasar al siguiente nivel. Hay un tejido empresarial amplio, diverso, con muchas industrias, y los sectores más tecnológicos o los que utilizan el canal online como clave en Andalucía están muy avanzados.
Luego, las empresas que son más de visita a tienda o que se dedican más a los servicios tienen todavía que trabajar en eso; tienen un gran potencial de crecimiento si buscasen socios que les ayudasen en la transformación digital. Vemos que la mayoría de las empresas tienen resueltas por ejemplo sus herramientas de contabilidad u ofimática, pero pueden dar un paso más en la atención al cliente en los distintos canales. Eso les puede abrir muchas más puertas para vender sus productos o servicios.
-¿No se atreven?
-Tiene un poco de eso, sí. Hablamos de empresas que tenían un negocio que iba avanzando pero no se planteaban esta transformación como necesidad. Pero la pandemia ha hecho que las empresas tengan que pensar mucho más allá. Las que estaban, por así decirlo, siendo menos innovadoras, ven que tienen que avanzar en ese ámbito porque se pueden quedar atrás, tienen que reinventarse porque puede que no sobrevivan. La pandemia ha hecho dar un paso adelante hacia la digitalización, al menos vamos a sacar algo bueno de lo que nos ha ocurrido.
-¿Estamos preparados los ciudadanos para este salto tecnológico que se nos ha venido encima?
-Sin duda. En este último año todos hemos tenido que comprar online, el crecimiento ha sido exponencial. En España, en todas las regiones, estamos preparados para cambiar la forma en la que interactuamos con las compañías que nos interesan. Nos hemos visto obligados a comprar, trabajar o buscar servicios que necesitamos de otra forma.
-En paralelo a esta transformación crece la preocupación por la seguridad. El reciente ataque al SEPE, sin ir más lejos, ha hecho saltar las alarmas.
-Las empresas y los gobiernos tienen que buscar socios que les proporcionen seguridad y las plataformas que usen deben seguir todos los protocolos para ello. En Salesforce, y también en otras compañías que usan este modelo de nube, el nivel de seguridad y las políticas son espectaculares, con protocolos de seguridad en muchas capas. Las empresas deben buscar socios y plataformas que les expliquen qué medidas de seguridad adoptan; si estamos hablando de gobiernos, con más razón todavía. Hemos avanzado mucho en este sentido, porque hace unos años había más reticencias cuando intentábamos vender a un cliente servicios en la nube, más explicaciones que dar. Ahora es más fácil, hay además más regulación y nos sentimos más seguros. También las compañías que se dedican a esto.
-¿Tomamos los ciudadanos las suficientes precauciones? ¿Sabemos cómo protegernos?
-Podríamos mejorar a nivel personal. Creo que a nivel empresarial está mucho mejor resuelto, pero nosotros a lo mejor somos más descuidados y quizás hay más ataques de forma individual (por correos electrónicos o en plataformas). Deberíamos informarnos mejor sobre los riesgos, aunque en mi opinión los gobiernos podrían hacer más, es su responsabilidad alertar a los ciudadanos sobre peligros o ataques. Luego hay personas y personas, hay quien está muy sensibilizado con este tema y quienes han empezado ahora y pueden ser engañados con más facilidad. Personas de otras generaciones necesitan formación y ayuda y es necesaria mayor concienciación por parte de los gobiernos.
-¿Cómo definiría la posición de la mujer en el mundo de la tecnología? ¿Hemos avanzado?
-Cuando estudié Ingeniería Informática en la Universidad de Málaga las mujeres éramos sólo un 2%, y cuando empecé a trabajar y me vine a Madrid estaba rodeada de hombres, había muy pocas mujeres. La verdad es que a lo largo de mi carrera profesional me he visto muchas veces sola, sin otras mujeres a mi alrededor. Hemos mejorado pero seguimos teniendo problemas: hay pocas chicas que se decidan por una carrera STEM [Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas].
-Queda aún trabajo por hacer entonces.
-En efecto. Creo que podemos trabajar, desde gobiernos y empresas, en dar visibilidad a mujeres en carreras tecnológicas para que sirvan de referencia a las chicas a la hora de tomar una decisión. Las empresas deben dar a conocer a las mujeres que tienen en sus compañías, precisamente para atraer talento femenino. Hay necesidad de incorporar talento femenino en las empresas tecnológicas. En el sector, entre clientes y competidores, veo una estrategia en ese sentido, con la idea incluso de llegar a la paridad. Y también en los puestos de dirección, donde hay muy pocas mujeres. En Salesforce tenemos una política clara de igualdad, no solo de género, sino también de diversidad de razas, religiones o preferencias sexuales. Es clave incorporar todo eso en el proceso de reclutamiento, y no podemos olvidarnos de la igualdad salarial. Salesforce ha invertido mucho en esto y se están haciendo esfuerzos importantes en el sector.
-Pero si las niñas siguen siendo minoría en las carreras científicas y técnicas…
-Claro, todo esto hay que trabajarlo también antes, cuando las niñas deben elegir qué carreras quieren estudiar. Y ahí debemos trabajar todos: gobiernos, empresas y también cada uno a nivel personal, porque podemos ir al colegio que tenemos en el barrio para ayudar a abrirles los ojos. Luego decidirán lo que les guste, pero si no ven algo que ya existe nunca lo van a escoger.
-En su empresa tienen un grupo dedicado a este aspecto, la Salesforce Women Network.
-Es una comunidad que se crea dentro de Salesforce a nivel global, con grupos propios en cada región y cada país. El leit motiv es trabajar para que la mujer pueda avanzar, desde el punto de vista profesional y personal, y que además sea visible ese trabajo que hacen las mujeres.
–Usted lidera el grupo en España desde hace cuatro años, ¿qué tipo de actividades desarrollan?
-Llevamos a cabo iniciativas muy diversas, tanto de carácter interno como externo. En el ámbito interno hemos organizado por ejemplo un encuentro con las hijas de nuestros empleados al que hemos invitado a una mujer que ocupa un alto cargo en la Guardia Civil o una ingeniera aeronáutica que trabaja en AENA, en las pistas de los aeropuertos. Hemos ido a colegios, con mujeres de nuestra empresa, para contar a qué nos dedicamos, qué hace una matemática o alguien que estudió economía. También colaboramos con organizaciones que ayudan a mujeres que han tenido que salir de sus países con sus hijos, y las ayudamos a instalar Wi-Fi o a hacer su currículum.
Hay otras actividades dirigidas a la comunidad de Salesforce (que incluye a clientes y socios) en las que las CEO de nuestros proyectos cuentan su trayectoria profesional, cómo han ido labrando su futuro, para que nos pueda servir a todos de inspiración. Hace unos días tuvimos una sesión con el equipo de marketing en el que Valeria Domínguez, ingeniera en robótica industrial, nos enseñó a trabajar en nuestra marca personal. También nos ha visitado Mónica Pascual, una ingeniera que es ahora coach [de alto rendimiento, para ejecutivos y deportistas de élite]… En definitiva, llevamos a cabo actividades en distintos ámbitos donde la mujer tenga protagonismo y donde podamos ayudar a estas mujeres a avanzar.
-Además de los proyectos de la Salesforce Women Network, ¿llevan a cabo otras iniciativas sociales?
-En Salesforce nos interesa que nuestros clientes estén satisfechos, pero sin olvidarnos de la responsabilidad social: queremos devolver a la sociedad parte de lo que recibimos de ella. Por eso contamos con un modelo 1-1-1: ponemos a disposición de organizaciones sin ánimo de lucro el 1% del tiempo de nuestros empleados para que puedan colaborar con las entidades que elijan, dedicamos el 1% de nuestra cifra de negocio a becas, sobre todo a universitarios o niños, y el 1% de nuestro producto para que pueda ser utilizado por organizaciones sin ánimo de lucro a un precio muy bajo.
Tomado del Diario de Sevilla