Fue desmantelada en España una red criminal dedicada a estafar personas vulnerables, en total afectaron a 592 personas en varias ciudades españolas obteniendo un beneficio de más de 1 millón 500 mil euros.
Fueron desarticulados por la Guardia Civil, con la detención e investigación de 21 personas. Hubo víctimas que perdieron hasta 100.000 euros, entre las víctimas se encuentran adultos mayores y personas con alguna discapacidad.
Empleaban tácticas de venta agresiva para generar confusión, coacción y amenazas de manera presencial o a través de los call centers establecidos en los locales desde donde operaban.