Los bancos en Estados Unidos gastaron 1.200 millones de dólares en pagos de ransomware en 2021.
El informe llega en medio de la cumbre de ransonware que se realiza esta semana en Washington.
Los pagos se duplicaron con creces desde 2020, lo que subraya el daño pernicioso que el ransomware continúa causando en el sector privado.
La Red de Ejecución de Delitos Financieros dijo que su análisis indica que el ransomware continua representando una amenaza significativa para los sectores de infraestructura crítica, las empresas y el público en Estados Unidos.
Las instituciones financieras presentaron 1.489 incidentes en 2021, frente a los 487 del año anterior, según los datos recopilados en virtud de la Ley de Secreto Bancario. El análisis incluyó montos de extorsión, intentos de transacciones y pagos que no se liquidaron.
El ritmo y la sofisticación de las intrusiones están aumentando más rápido que la capacidad de Estados Unidos para interrumpirlos, dijo un alto funcionario de la administración del presidente Joe Biden.
Los actores de ransomware continúan liberando tesoros privados de datos si no se cumplen sus demandas. Sus objetivos incluyen una violación este otoño del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, en la que se filtró información confidencial sobre estudiantes cuando no se pagó el rescate.