El gobierno de Estados Unidos impedirá que las empresas de ese país que proveen tecnología a Huawei sigan haciéndolo. Se trata de una medida que impactará sobre compañías como Qualcomm, aunque otras proveedoras de equipamiento también se verán afectadas.
Esta historia que comenzó hace unos años cuando se prohibió el uso de los equipos de la empresa china en las redes de telecomunicaciones de ese país, y se iniciara un proceso de recambio que, de acuerdo a los últimos cálculos, superaba los 6.000 millones de dólares. Un escenario que, además, se profundizó a partir de la sanción de la Ley Chips y Ciencia, de 2022.
Qualcomm, una de las principales proveedoras de tecnología de los Estados Unidos, sería una de las afectadas. En 2020 había obtenido el permiso para vender chips de teléfonos inteligentes 4G a Huawei, recordó la agencia Reuters. Nvidia, Intel y AMD forman parte de la lista que ya habría sido notificada sobre las últimas medidas tomadas en Washington, de acuerdo a lo informado por otros medios.
Desde el Departamento de Comercio, señalaron que se «evalúan continuamente nuestras políticas y regulaciones» pero no amplían la información en relación a las conversaciones específicas que tienen con las compañías, en este caso con Huawei y Qualcomm.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, reiteró que ese país rechaza que Estados Unidos abuse de la noción de seguridad nacional para condenar a las empresas chinas sin razón, y aplicar sanciones comerciales como las que se vienen conociendo en los últimos años.
En ese sentido, el propio Mao Ning subrayó que estas determinaciones, ahora de la gestión Joe Biden, «van en contra de los principios de la economía de mercado y las reglas del comercio y las finanzas internacionales, daña la confianza que la comunidad internacional tiene en el entorno empresarial de Estados Unidos y es una hegemonía tecnológica flagrante».
Las intenciones del gobierno de Estados Unidos apuntarían a profundizar aún más las restricciones impuestas hasta ahora y trascendió que esta prohibición para exportar tecnología a Huawei incluiría, en el futuro, ya no solo 4G y 5G, sino también, dispositivos para Wi-Fi 6 y 7, además de elementos de inteligencia artificial y de computación en la nube, entre otras cosas. En este punto, hay que señalar que, a partir de las sanciones comerciales que comenzaron a aplicarse a Huawei, la compañía china reorientó el foco de su negocio y, justamente, la inteligencia artificial y los servicios en la nube se han convertido en dos de sus principales áreas de investigación y desarrollo en los últimos tiempos, tal como lo dejó ver el año pasado, durante el Congreso Mundial de Móviles de Barcelona (MWC 2022).
Huawei fue puesta en la lista negra comercial de los Estados Unidos en 2019 cuando se prohibió que se utilizara su tecnología en ese país. Parte del esfuerzo se concentró en profundizar los controles orientados a cortar la capacidad de Huawei de comprar o diseñar los chips semiconductores que alimentan la mayoría de sus productos. No obstante, se otorgaron algunas licencias que permitieron a la china recibir algunos productos. Reuters recuerda que los proveedores de Huawei lograron permisos para venderle tecnología por unos 61.000 millones de dólares entre abril y noviembre de 2021.
La empresa asiática siente el impacto de la política norteamericana pues en 2022 logró ingresos por 91.530 millones de dólares, algo menos que en 2021, año en el que sus ventas cayeron un 30 por ciento por las medidas tomadas por Estados Unidos contra la compañía.
La caída de ese año fue compensada, en parte, por la misma China, pues el rápido despliegue de redes 5G que se inició en ese país le permitió a la compañía gambetear una situación que se advertía compleja. China es uno de los países del mundo donde más avanzada está la implementación de estas redes.
Como se dijo más arriba, este freno impuesto por Estados Unidos estaría fortaleciendo a la propia Huawei que está concentrando sus inversiones en el desarrollo de la inteligencia artificial y cloud computing, como se dijo más arriba, además de ser uno de los principales productores de patentes para 6G, la tecnología que sucederá a la quinta generación móvil actual. Todo esto sin olvidar que, justamente, la ciberseguridad es otro de sus principales focos: la compañía china reitera en cada oportunidad que se le presenta que nunca se ha encontrado ningún problema de seguridad en su tecnología, además de ser la prioridad número uno, porque saben que, de surgir algo así, sería el fin de su existencia.
La fuerza con que la embiste Estados Unidos ha hecho, hasta ahora, que se valga de ella para potenciarse en las tecnologías que ya están generando cambios y van a dominar el mundo digital en los próximos años.