La Administración Nacional de Telecomunicaciones e Información (NTIA, por sus siglas en inglés) ejecutó una consulta pública en la que espera recibir comentarios, observaciones y recomendaciones para invertir 1500 millones de dólares, de forma estratégica y a lo largo de una década, para diversificar la cantidad de proveedores de equipos de redes inalámbricas para 5G.
La convocatoria fue lanzada a los actores de la academia, analistas y a la industria en general para que se pronuncien a propósito de cómo invertir el Fondo de Innovación de la Cadena de Suministro Inalámbrica Pública, contemplada en el marco de la Ley de Chips y Ciencia 2022, tendiente a multiplicar las opciones de proveedores de equipos e infraestructura para 5G en el país y, reducir al máximo su dependencia del extranjero.
Hace cuatro meses, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, aprobó la legislación que busca impulsar la producción de semiconductores en el país y posicionarlo de forma estratégica; y mediante la que inyectará 52.000 millones de dólares para incentivar al sector empresario y otros 24.000 millones de dólares en crédito fiscal. El objetivo final es garantizar que el total de la cadena de suministro de semiconductores se realice en el país, al igual que todos los equipamientos de red de telecomunicaciones.
“La NTIA busca aportes y comentarios amplios de todas las partes interesadas: incluyendo la industria privada, la academia, la sociedad civil y otros expertos, en este programa de subvenciones para apoyar la promoción y el despliegue de acceso de radio abierto, interoperable y basado en estándares de redes (RAN)” dice el anuncio que puede observarse aquí y en el que se precisa que los comentarios deberán enviarse por escrito hasta el 27 de enero de 2023.
Tal como lo señala Fiercewireless, los equipos de redes inalámbricas que se usan en Estados Unidos provienen, en gran medida, de empresas extranjeras, sea la sueca Ericsson, la finlandesa Nokia y la china Huawei; y el objetivo expreso de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) fue taxativo al crear el fondo que permita revertir esta situación.
El objetivo último, como es de imaginarse en un tema signado por cuestiones de geopolítica, involucra erradicar al equipamiento de Huawei de las redes inalámbricas del país.
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