Francia ha impuesto multas de 150 millones de euros a Google y de 60 millones de euros a Facebook por los procedimientos para rechazar las cookies en sus páginas, que son más complejos que los que conducen a su aceptación.
A través de la Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL), organismo francés encargado de supervisar la actividad digital, justificó en dos comunicados el monto de esas sanciones por el número de personas afectadas y por los “beneficios considerables” que ambas compañías obtienen con los ingresos publicitarios que reciben de forma indirecta gracias a esas cookies.
Google es objeto de dos multas, una de 90 millones de euros a la casa matriz y otra de 60 millones a la filial europea, con sede en Irlanda.
En las páginas de Google y YouTube existe un botón que permite darles el visto bueno inmediatamente. No obstante, no hay una solución equivalente para permitir que quien las visite diga que no. De hecho, hacen falta varios clics para conseguirlo.
Para la CNIL, esa mayor complejidad equivale a “desalentar a los usuarios a rechazar las cookies e incitarlos a privilegiar la facilidad del botón lo acepto”.
La sanción a Facebook se basa en el mismo tipo de razones: hacen falta varios clics para rechazar las cookies cuando basta con uno para aceptarlas.