Finishing School es el nombre del programa de formación en inglés que ya cuenta con más de 5 mil personas que han ingresado, fue creado por el Sector de Contact Center & BPO de la Asociación de Exportadores de Guatemala (AGEXPORT), y está enfocado a integrarse a la industria de los contact centers.
El programa Finishing School Certification for Call Center Representatives fue creado en el 2015, con el objetivo de desarrollar capacidades de empleabilidad en la industria; un programa que ahora el gobierno replicará a nivel nacional.
Recientemente presentaron un análisis en el cual señalan que, en 2019, según datos del Ministerio de Educación, se graduaron de diversos colegios alrededor de 170,929 jóvenes que estarían ingresando al mercado laboral en estos años.
Sin embargo, advierten que la brecha entre la oferta y demanda de empleo es una de las principales causas que impulsan la informalidad, el subempleo y la migración, por lo que destacan la importancia que ha tenido este proyecto.
El programa Finishing School busca elevar las capacidades de inglés para trabajar en el corto plazo y generan una opción distinta de vida para los beneficiados.
“Según el estudio realizado por el Instituto de Progreso Social INCAE – CLACDS, sobre la industria de Contact Center & BPO en Guatemala; se concluyó que “El modelo IPS (Índice de Progreso Social) para Contact Centers y BPOs identifica que el modelo de intervención y acompañamiento del proceso genera resultados e impacta en aquellos aspectos que importan en la calidad de vida de las personas, más allá del ingreso, generando movilidad social importante”, destacaron.
En una encuesta realizada a 250 estudiantes egresados hace 5 años del programa FS, resaltan el impacto real que la formación para el trabajo ha tenido en la vida de estos jóvenes.
Por ejemplo, el 82 % ha utilizado sus conocimientos para encontrar empleo y contribuir a los ingresos familiares, el 72% para equipar el hogar, el 50% para comprar un carro, el 48% en hacer mejoras en su vivienda, el 40% para viajar, el 37% invirtió en su formación profesional y el 9% compró una casa.
“Por otro lado, la mayoría de estos jóvenes recibieron el programa en la edad promedio de 20 años, por lo que, añadido a los otros beneficios ya mencionados, también encontraron en sus empleos el acceso a seguro médica y de vida, crecimiento laboral, apoyo en estudios y premios por desempeño, entendiendo claramente las conclusiones del IPS”, destacan.