La tecnología 5G se alimentará de antenas subterráneas conectadas a las estaciones base de bóveda. El operador KDDI y Ericsson ya están trabajando en su implementación en Japón.
La red de la empresa japonesa de telecomunicaciones será pionera en el país en comenzar a operar este tipo de despliegue conocido como “en forma de boca de alcantarilla”, cuya principal ventaja es que elimina el impacto visual de las instalaciones terrestres.
Al implementar estaciones base de bóveda, los operadores y las autoridades de las ciudades pueden colocar equipos en bóvedas subterráneas ya existentes, con infraestructura de fibra y energía conectada a antenas al nivel del suelo.
Ericsson destacó que este diseño permite un proceso de despliegue y obtención de permisos muy rápido, y elimina el impacto visual en la calle. Los sitios subterráneos se pueden instalar en calles, plazas, áreas comerciales y otros entornos.
La instalación tradicional interviene en los espacios humanos e implica mayores trámites. Además, la compañía sueca dijo que el despliegue subterráneo es una solución cuando no se puede conseguir la autorización para antenas exteriores en escenarios urbanos densos.
La implementación bajo suelo de KDDI le ayudará a mejorar el alcance de su red 5G en las zonas urbanas de Japón, ya que el gobierno nipón propuso la meta de que la cobertura de los servicios de quinta generación lleguen al 95% de la población para el próximo año.
Asimismo, el operador está trabajando en otras soluciones enfocadas en expandir la cobertura en las áreas rurales. Por ejemplo, desde 2019 la empresa comparte radiobases con SoftBank para el desarrollo de 5G en zonas menos densamente pobladas.
La implementación subterránea de KDDI y Ericsson fue posible debido a que, en julio de 2021, el Ministerio de Asuntos Internos y Comunicaciones emitió una nueva normativa para la construcción y operación de estaciones base de bóveda. En concreto, la normativa establece un sistema de pautas de protección de ondas de radio para este tipo de instalación.