Japón: los robots aprenden a reír y hacer bromas.
Después de la hazaña de los humanoides, los investigadores de la Universidad de Kyoto quieren humanizar aún más a los robots, presentándoles el humor para mejorar sus interacciones con los humanos.
Robots haciendo bromas o riéndose de tus bromas, un escenario digno de una película de ciencia ficción, pero pronto posible en la vida real gracias a la iniciativa de investigadores de la Universidad de Kioto.
Programaron al humanoide de aspecto femenino “Erica” para el experimento. Así organizaron en su laboratorio 82 conversaciones entre alumnos y alumnas que les respondían a través del robot. Los intercambios incluyeron una mezcolanza de momentos de la vida, historias y experiencias dirigidas directamente al robot. Las jóvenes, sentadas en otra sala, respondieron a través del sintetizador de voz de la máquina.
Tras estas conversaciones salpicadas de risas y complicidad, la inteligencia artificial registraba todos los intercambios y luego los analizaba. Los investigadores luego dejaron a “Erica” para continuar la discusión, sola, frente a los estudiantes. Por lo tanto, comenzó a burlarse o reírse automáticamente cuando detectó la risa de los humanos enfrente.
Este experimento, que parece sacado del futuro, tiene como objetivo desarrollar humanoides para acompañar a las personas en dificultades, en particular a las personas que padecen Alzheimer o alguna forma de demencia y que necesitan una estimulación intelectual continua.