La gestión de la información: el data center modular
El data center, conocido en español como centro de datos (CPD), es una parte fundamental de cualquier empresa o negocio en el ámbito de la gestión de la información. Todas las organizaciones disponen de información valiosa que deben gestionar con inteligencia y sumo cuidado. Los datos, tanto los relacionados con la propia empresa como los que están asociados a todos sus clientes y suscriptores, deben estar protegidos ante posibles ataques informáticos, y al mismo tiempo deben ser accesibles para poder utilizarlos de forma adecuada.
Un centro de control datos, por tanto, se encarga de almacenar y procesar todos los datos que son indispensables para una compañía. Lo ideal es que los data center puedan tener un modo de mantenimiento que no obligue a todo el sistema a tener que cesar la actividad ni la gestión de datos mientras se producen las actualizaciones, reparaciones y puestas a punto pertinentes.
Los data center se dividen en dos partes principales.
La primera de ellas es la base, que comprende todos los sistemas eléctricos, los sistemas mecánicos, el cableado, etc. y los aparatos que permiten que las piezas del centro de datos puedan instalarse y funcionar. La segunda parte es la estructura TIC, que comprende el enrutador, el storage, los servidores y toda la tecnología que se encarga de recoger y administrar los datos.
Data center modular
La tecnología está siempre en constante evolución y la industria se preocupa de ir mejorando los aparatos que van apareciendo en el mercado, de hacerlos más asequibles y de optimizar tanto su producción como su funcionamiento. De ahí, el nacimiento del data center modular.
Los centros de datos no escapan a esta tendencia.
La prioridad es desarrollar equipos menos voluminosos, pero que a la vez consuman menos recursos y que ofrezcan un mejor rendimiento y una potencia mayor. Buscando todas estas mejoras aparecieron en el mercado los centros de datos modulares que ofrecen una serie de ventajas. Es el caso, por ejemplo del data center modular de Gesab, que ofrecen las siguientes ventajas:
Flexibilidad:
Los data center modulares son mucho menos rígidos, ya que, dependiendo de cada organización, pueden ajustarse a la potencia necesaria, de modo que no es preciso pagar por equipos que a la hora de verdad van a estar infrautilizados. Al contrario, el centro de datos puede ir creciendo al mismo ritmo que la propia empresa y eso supone un ahorro sustancial y la posibilidad de invertir una parte del presupuesto en campos que sean más prioritarios. Además, su flexibilidad aporta un gran potencial de cara al futuro de este tipo de sistemas de gestión de datos.
Módulos estandarizados:
Se pueden escoger módulos estandarizados, lo que facilita la búsqueda de nuevo equipo y su mejora, así como la escalabilidad.
Mayor eficiencia:
Disponer de los últimos avances permite utilizar equipos mucho más eficientes que son capaces de realizar las mismas tareas que los centros tradicionales, pero consumiendo muchos menos recursos y energía. Y eso, además también tiene una repercusión positiva en el medioambiente.
Despliegue y montaje rápido:
Los plazos de despliegue y montaje de los CPD modulares son mucho más cortos, y eso, en un contexto que se caracteriza por una alta competencia en todos los sectores, supone una ventaja cualitativa determinante que puede ser la clave del éxito o del fracaso de la aventura empresarial.
Implementación continua de mejoras:
Los centros de datos van desarrollando su tecnología y creando equipos cada vez más potentes y gracias la flexibilidad de los equipos modulares, resulta mucho más sencillo y orgánico disponer de los últimos avances para optimizar el rendimiento.
Ahorro:
Todas estas características inciden en un factor fundamental para cualquier organización, y es que, en definitiva, los data center modulares tienen un coste menor y generan menos gastos que los centros de datos tradicionales
La importancia de la gestión de los datos
Existe un proverbio popular que dice que la información es poder. Y a dicho proverbio no le falta ni pizca de razón. Cualquier empresa o administración maneja una serie de datos, de información, que van a marcar la manera de proceder y de interactuar con los diferentes usuarios.
Según los datos recopilados día tras día, mes a mes, una organización va a poder:
Ajustar su propuesta:
En base a los datos aportados por clientes, usuarios y trabajadores, las organizaciones pueden readaptar sus modelos de negocio y sus funciones a otras similares que se ajusten a lo que el público real demanda.
Abaratar costes:
Los datos tienen una traducción directa en dinero, puesto que van a permitir eliminar gastos superfluos e innecesarios.
Focalizar el trabajo en ciertas áreas:
Con la información se puede saber qué áreas de la empresa necesitan un refuerzo, cuáles deben ser cambiadas de arriba abajo o cuáles deben ser eliminadas para siempre, del mismo modo que pueden crearse otras nuevas.