La nube pública y el Internet de las cosas (IoT)
El acercamiento de los grandes operadores de la nube al mundo de las telecomunicaciones —especialmente por un interés en participar en todo lo que será el desarrollo del edge computing— empieza a verse en acuerdos para desplegar servicios que, hasta ahora, serían impensados de colocar en nubes públicas.
Telefónica, Mavenir y Amazon Web Services (AWS) anunciaron un acuerdo para el lanzamiento pre-comercial de un servicio de conectividad IoT administrado, utilizando la solución de packet core de Mavenir sobre una infraestructura de nube pública de AWS.
El servicio será administrado sobre la plataforma de IoT de Telefónica, Kite, que provee una interfaz simple y accesible a través de la web o APIs. “El uso de cloud permite nuevas funcionalidades que antes no eran posible: procesamiento y almacenamiento local de datos, conectividad directa a otros servicios cloud y baja latencia a escala global”, apuntó la compañía en un comunicado.
La elección de la nube pública permite a Telefónica contar con un espacio donde probar sus productos y servicios y, además, escalarlos rápidamente, sin necesidad de realizar grandes desembolsos de dinero en inversión inicial. “Telefónica gana agilidad y rapidez para introducir nuevas capacidades y puede proveer a sus clientes con una experiencia consistente, en cualquier lugar del mundo”, destaca la compañía en su comunicado.
Para Mavenir una de las principales ventajas de la nube pública es que permite al operador ofrecer servicios incluso en sitios dónde no tienen despliegue local de infraestructura. “IoT es un buen caso de uso para hacer realidad los despliegues de nube pública. Su éxito motivará el despliegue para el mercado de consumo y seguramente veremos un mix de nubes públicas y privadas en los próximos años”, apuntó a TeleSemana.com Antonio Correa, Senior RVP Southern Europe, Caribbean & Latin America de Mavenir. De hecho, ya hay estudios que indican que, una vez que los nuevos servicios desplegados en nubes públicas maduran y se estabilizan, los operadores podrían querer migrar hacia un entorno privado para garantizar mejor eficiencia en la entrega y su operación. La nube pública, incluso, podría utilizarse como una infraestructura de respaldo para nubes privadas.
Correa también reconoce que, particularmente en el caso de IoT, la elección de la nube pública permitirá a Telefónica ofrecer la flexibilidad de Internet en el despliegue de varios casos de uso que en el pasado no eran posible. El operador podría, por ejemplo, automatizar el despliegue de IoT desde un pequeño proyecto y escalarlo rápidamente con un modelo operativo claro y predictivo. Es decir, la elección de la nube podría solventar, en algún punto, una de las principales barreras que tienen las empresas a la hora de desplegar IoT: escalar los proyectos.
Un reciente estudio de Sierra Wireless señalaba que el 80 por ciento de las empresas reconocía que escalar globalmente los servicios IoT es uno de los principales desafíos a la hora de encarar proyectos de Internet de las Cosas. Otras barreras son la administración de múltiples proveedores (69 por ciento), reducción de costos (78 por ciento) y dar respuesta a los tiempo de mercado (66 por ciento).
El uso de la nube pública podría aportar la flexibilidad y agilidad necesaria para crear servicios y probarlos, sin necesidad de entrar en costos que hagan imposible el recupero de la inversión. En el caso de IoT, además, podría ser la clave para solventar algunas de las barreras que están frenando el desarrollo de la tecnología. La alianza entre Telefónica, Mavenir y AWS es el primer paso de una estrategia que, si tiene éxito, podríamos empezar a ver con mayor asiduidad en el mercado de telecomunicaciones.
Por Leticia Pautasio