Los extorsionadores adquieren teléfonos celulares en tiendas de conveniencia y usan una procedencia que parece de la Ciudad de México o de otras capitales, o ciudades grandes como Veracruz, Monterrey, Guadalajara, Zapopan, Puebla y Cancún.
Las organizaciones dedicadas a ensayar la extorsión trabajan con guiones previamente escritos de manera muy profesional, además de usar organismos bastantes sofisticados que hacen inteligencia digital y material; esto quiere decir que se dan el tiempo para revisar la historia de sus posibles víctimas, lo cual también implicaría observarlas para así calcular el daño que pueden cometer contra ellas.
De acuerdo con el presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, Salvador Guerrero, menos del 1% de las extorsiones telefónicas en la capital del país se realizan desde el interior de la cárcel. Reveló que ocurren 5.7 millones de extorsiones a nivel nacional, de las cuales el 92% suceden utilizando teléfonos celulares.
Salvador Guerrero aseguró que el 93% de los intentos de extorsión telefónica, que se inician con intensiones de ensayar tales delitos, tienden a fallar, de los cuales sólo son exitosos entre 7 y 8% de acuerdo con sus datos, y adicionalmente aseveró que todo indica que poseen instalados call centers para realizar tales actos.