La naturaleza prolongada de la pandemia y las difíciles circunstancias que enfrentan muchas empresas parecen estar haciendo mella en el bienestar de los empleados.
Aquellos que trabajan desde casa suelen alargar sus jornadas laborales y muchos tienen dificultades para conciliar sus obligaciones personales y profesionales.
Algunos sectores, como el sanitario, la educación superior y las organizaciones sin ánimo de lucro, se enfrentan al reto de equilibrar el compromiso de los empleados con la salud y el bienestar general.
Esto destaca el hecho de que la fuerza laboral de estos sectores lidera las estadísticas de la encuesta Workday Peakon Employee Voice, realizada recientemente, en cuanto al sentimiento de poseer un trabajo con propósito, pero se sitúan en la parte inferior del ranking en lo que respecta a otros impulsores del compromiso como la carga de trabajo y el entorno.
Un cambio generalizado en las respuestas de los empleados se evidenció en el descenso general de los resultados respecto a la carga de trabajo. Esta métrica analiza si los empleados sienten que la cantidad de trabajo de la que son responsables es razonable o representa una causa de estrés, lo cual puede contribuir a mayores niveles de desgaste profesional.
Todo lo anterior, supone que en lo que resta de año y en los sucesivos, algunas organizaciones tendrán que enfocarse en reducir los niveles de desgaste profesional, generando al mismo tiempo las condiciones para lograr un rendimiento sostenible de los empleados a largo plazo.