La startup estadounidense SkyDrop obtuvo el permiso de la Autoridad de Aviación Civil de Nueva Zelanda para operar drones que sobrevuelen en áreas pobladas y más allá de la vista de sus operadores en Huntley, una pequeña ciudad al sur de Auckland.
Este es un paso regulatorio clave que podría allanar el camino para el uso comercial masivo de drones en sitios como la Unión Europea, Australia y Canadá.
SkyDrop tiene como objetivo ofrecer un servicio de entrega de paquetes con drones de manera económica y rápida.
Los drones pueden entregar paquetes que pesan hasta 3.6 kg dentro de un radio de 5 km, y despliegan un paracaídas automático para minimizar los daños en caso de choque.
La entrega de drones es una idea prometedora para la industria, y empresas como Alphabet, Amazon y Walmart están invirtiendo en ella con resultados mixtos.
SkyDrop espera que otros países también aprueben la operación de sus drones y que este logro convierta a Nueva Zelanda en la capital mundial de entrega de drones.