Apple es acusada, por la asociación programada Detener la obsolescencia, de limitar las posibilidades de reparación de sus dispositivos por parte de reparadores no homologados. HOP informa que documentó en su queja de casi sesenta páginas, numerosos casos de mal funcionamiento.
La asociación Stopping Planned Obsolescence (HOP) anunció recientemente que había presentado una denuncia contra el gigante estadounidense de teléfonos inteligentes Apple, al que acusa de limitar las posibilidades de reparación de sus dispositivos por parte de reparadores no autorizados, según un comunicado de prensa. La asociación, que ya había obtenido en 2020 la condena de Apple a una multa de 25 millones de euros por falta de información en el llamado caso de la batería, apunta esta vez a la llamada práctica de la “serialización”.
Este método consiste en asociar los números de serie de los componentes y periféricos de un producto con el del iPhone a través, en particular, de microchips. Esta práctica ha afectado recientemente a las partes más frecuentemente sujetas a averías (pantallas, batería, cámara, etc.), explica la asociación en su nota de prensa. HOP informa que documentó en su queja de casi sesenta páginas numerosos casos en los que se encontraron fallas después de reparar una pieza que era incluso idéntica y original pero no autorizada por el software de Apple.
Estos problemas también pueden desencadenarse durante una actualización (como en el caso reciente de una pantalla táctil reparada en un iPhone XR que quedó inutilizable después de la actualización de iOS 16). Si bien una simple vuelta a iOS15 puede corregir este fallo, Apple no lo autoriza, prefiriendo incriminar una pantalla no original de Apple que provoca un problema táctil, detalla la asociación.
Estos fallos de funcionamiento observados repetidamente, sin información y sin una solución proporcionada al consumidor o al reparador, no son simples errores. Pretenden desfavorecer la reparación o el reacondicionamiento independiente, en favor de la venta de nuevos smartphones o la reparación cautiva, a precios que suelen ser disuasorios para el consumidor, insiste la asociación.
Esta denuncia se presenta al día siguiente de la apertura a particulares franceses de un primer catálogo de repuestos de Apple destinados a iPhones y Macbooks, casi tres años después de la votación de la ley antirresiduos para una economía circular que puso a disposición los fabricantes. De ciertas partes. Apple no respondió de inmediato a las solicitudes de AFP.
El 21 de diciembre de 2017, el grupo estadounidense, que cada año comercializa un nuevo modelo de su teléfono insignia, admitió que limitó deliberadamente el rendimiento del teléfono después de un cierto tiempo para extender la vida de este.