Rabat Business School, una escuela muy abierta y digital friendly
Muy popular entre estudiantes nacionales y extranjeros, Rabat Business School se distingue por la calidad y diversidad de su profesorado, digno de las mejores escuelas de negocios del mundo, ¡pero no solo! la institución de educación superior tiene otros hilos a su favor.
Con una fuerza de choque de 2.000 alumnos en formación inicial y cerca de 200 participantes en formación continua, la Escuela de Negocios de la Universidad Internacional de Rabat (UIR) se ha convertido, en pocos años, en la más importante de Marruecos, en cuanto a inscritos.
Este creciente atractivo se debe, en particular, a la calidad de su oferta formativa, que va desde la licenciatura IPM (International Program in Management) hasta sus 8 programas de Máster, pasando por su curso de doctorado y su Executive MBA. La especificidad de estos cursos se basa en un claustro de 54 docentes-investigadores permanentes, de los cuales el 61% son internacionales y el 97% son doctores o PhD.
Asimismo, “La calidad y diversidad de esta facultad permanente brilla en nuestros programas y nos pone a la par de las mejores escuelas de negocios del mundo. También estamos acreditados por la AACSB desde 2020, una acreditación internacional que compartimos con menos del 5% de las escuelas de negocios del mundo. Nuestros profesores han publicado 115 artículos en revistas revisadas por pares, lo que nos ubica en segundo lugar en África”, dice Olivier Aptel, gerente general de Rabat Business School.
Para diferenciarse de la competencia, la Escuela de Negocios, a la vanguardia de la investigación científica, apuesta por la internacionalización que “no es una opción, sino una necesidad”, explica. Para poder comprender la complejidad de las organizaciones y empresas, un joven graduado en administración debe haber estado inmerso en un entorno internacional a lo largo de su carrera.
Finalmente, el decano de la Facultad de Administración está convencido de eso, y explica que las empresas están muy atentas al carácter internacional de las escuelas, lo que debe permitir a los estudiantes confrontar prácticas diversificadas de gestión empresarial. “Es, además, que son ellos quienes nos lo solicitan, porque desean contratar directivos, por supuesto con experiencia en técnicas de marketing, finanzas o recursos humanos, pero sobre todo capaces de aplicarlas en cualquier contexto cultural. Esta agilidad intercultural se puede aprender y experimentar”, explica Olivier Aptel.