La realidad aumentada, la realidad virtual y la mixta ofrecen caminos hacia experiencias alternativas que pueden llegar a mejorar la vida diaria, además permite al canal de distribución desarrollar oportunidades de negocio. Analicemos y hagamos algunas distinciones entre una y otra para verificar el alcance de cada una.
La realidad virtual es una experiencia completamente simulada que puede ser similar o diferente al mundo real, genera una experiencia única en la que se da la impresión de estar en otro lugar, para ello se vale de gafas de realidad virtual, cascos, guantes y trajes especiales.
Por su parte, la realidad aumentada es una experiencia interactiva donde los objetos que residen en el mundo real mejoran con información generada por computadora. El usuario puede interactuar en tiempo real con imágenes tridimensionales precisas de objetos reales y virtuales.
En el caso de la realidad mixta, se mezcla la interactividad de la realidad virtual y el poder visual de la realidad aumentada. Así, los usuarios pueden interactuar con objetos del mundo real y también con objetos digitales.
Entre los ámbitos de aplicación se encuentran los mercados de turismo, espectáculos y videojuegos. En el sector salud, los médicos pueden atender a pacientes localizados a kilómetros de distancia o incluso realizar cirugías a distancia.
Existe un ejemplo en México de cirugía holográfica realizada con realidad mixta, ejecutada por el Dr. Ruiz Suarez y sus alumnos de la UNAM. Utilizaron Microsoft HoloLens 2 y Dynamics 365 Remote Assist, para reconstruir el sistema óseo del paciente.
En México, para integrar realidad virtual y realidad aumentada en tus próximos proyectos existen aliados como Arsoft, un desarrollador tapatío que habilita a empresas y profesionales de diferentes sectores creando aplicaciones a la medida.