Con la venta de sus ocho filiales latinoamericanas Telefónica busca generar un mecanismo que le permita englobarlas en una nueva unidad operativa.
La compañía dirigida por José María Álvarez-Pallete avanza con el proceso que le permitirá separar sus ocho filiales en Latinoamérica y englobarlas en una nueva unidad operativa. Telefónica continúa de esta forma con la estrategia anticipada a finales de noviembre, cuando anunció la creación de la división Telefónica Hispam, que podría alcanzar un valor de 13.520 millones de euros, algo más del 14% del valor del grupo.
La empresa quiere agrupar todas las regiones en las que opera en América Latina, es decir, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela, exceptuando a Brasil, un país para el que Telefónica mantiene un plan independiente.
El presidente de Telefónica ha contratado los servicios de Citi para ejecutar esta operación, para la que inicialmente estaba asesorando la consultora norteamericana Morgan Stanley.
Se preveé la venta de una participación -mayoritaria o minoritaria- del holding de Latinoamérica, o más bien la externalización o integración, proceso denominado carve out, de esas filiales con otras compañías del sector, lo que requeriría de un estudio promenorizado de cada país.
Telefónica Tech, la división que explora servicios de nuevas tecnologías de IoT, big data, cloud y ciberseguridad, se vería afectada, precisamente por replantearse su estrategia en Latinoamérica. Otra de las consecuencias es una reducción del volumen de personal en sus filiales y en el núcleo corporativo.
Las empresas Millicom y Liberty son las principales aspirantes para alcanzar acuerdos con Telefónica Hispam, ya que ambas tienen ya negocios en Latinoamérica.