Por la pandemia, cada vez más empresas ofrecen teletrabajar, pero también se apoyan en la tecnología para medir el rendimiento de sus trabajadores.
Gran parte de las empresas en todo el mundo se han volcado al teletrabajo para favorecer el aislamiento y evitar la propagación del coronavirus. También aumentó la demanda de las firmas por controlar mejor a sus teletrabajadores y polémicas prácticas de vigilancia para monitorear su productividad.
Una de ellas es Hubstaff, que registra la operación del teclado y el mouse, así como el historial de navegación. Otra es Time Doctor, que registra fotos y videos con la webcam.
Pero sin embargo, un informe de Technology Review revela que el software Izaak “monitorea las interacciones entre los empleados para identificar quién colabora más”. La startup estadounidense Enaible ahora está desarrollando un programa basado en inteligencia artificial (IA) que permitirá a las empresas “medir la rapidez con que los empleados completan tareas y sugerir formas de acelerarlas”.
Bautizada AI Productivity Platform, la herramienta también le otorgará a cada persona un puntaje de productividad. El CEO de la firma con sede en Boston, Tommy Weir, afirmó que la vigilancia es una tendencia que terminará por imponerse en el corto plazo. Más aún teniendo en cuenta de que varias empresas permanecerán ofreciendo la modalidad más allá de la pandemia.
“Imaginá que tienes un subalterno a quien puedas observar todo el día y darle recomendaciones sobre cómo hacer mejor su trabajo. Eso es lo que estamos tratando de hacer. Eso es lo que hemos construido”, destacó. La compañía tiene clientes como la aduana de Dubái y Omnicom Media Group. Y podrían sumarse la aerolínea Delta Airlines y la cadena CVS Health.
“Usando un algoritmo llamado Trigger-Task-Time, el sistema aprende el flujo de trabajo típico para cada funcionario y qué elementos, como un correo electrónico o una llamada telefónica, conducen a qué tareas y cuánto tiempo tardan en completarse”, se ilustra en el sitio.
Tras elaborar el patrón de comportamiento del empleado, la IA le otorga un puntaje de productividad entre cero y 100. Technology Review remarcó que “los críticos argumentan que la vigilancia en el lugar de trabajo socava la confianza y daña la moral”.
Cori Crider, abogada y cofundadora del estudio Foxglove, que lucha contra el uso abusivo de la tecnología, este tipo de programas “pueden crear un gran desequilibrio de poder entre los trabajadores y la gerencia. Y los empleados tienen menos capacidad de exigir cuentas a sus jefes”.
“Los jefes han estado tratando de exprimir hasta la última gota la productividad y la mano de obra de sus trabajadores desde antes de las computadoras. Pero la actual intensificación de la vigilancia no se parece a nada que hayamos visto”, lamentó.