Empresa componible: el nuevo modelo de negocio que se adapta al cambio
¿Qué tienen en común empresas como Netflix, Spotify o Amazon? Todas ellas son ejemplos de empresas componibles, es decir, empresas que han diseñado su estructura, procesos y tecnologías de forma flexible y adaptable, permitiendo una rápida reorganización y ajuste en función de las necesidades y cambios del entorno empresarial. En este artículo te explicamos qué es la empresa componible, cuáles son sus beneficios y cómo puedes implementarla en tu negocio.
¿Qué es la empresa componible y cómo funciona?
La empresa componible es un concepto que surge de la evolución de la transformación digital, que busca crear una organización más ágil, eficiente y resiliente, capaz de ofrecer resultados empresariales y adaptarse al ritmo del cambio empresarial.
La empresa componible se basa en descomponer sistemas grandes y monolíticos en componentes más pequeños, flexibles y modulares, que se pueden ensamblar y desensamblar según las necesidades. Estos componentes, o “bloques de construcción”, pueden ser de diferentes tipos, como aplicaciones, datos, procesos, servicios, recursos o capacidades.
La empresa componible funciona con una arquitectura basada en APIs, que facilita la integración y la interoperabilidad de los componentes, y con una plataforma de código bajo, que permite crear y modificar aplicaciones sin necesidad de programar. Además, la empresa componible utiliza la inteligencia artificial, el análisis de datos y la automatización para optimizar el rendimiento y la experiencia de los clientes y empleados.
¿Qué beneficios tiene la empresa componible para los negocios?
La empresa componible tiene varios beneficios para los negocios, que pueden mejorar su competitividad y su rentabilidad. Estos son algunos de ellos:
Mayor agilidad: la empresa componible puede responder más rápido a los cambios del mercado y de los clientes, creando nuevas soluciones o modificando las existentes con facilidad y rapidez.
Mayor eficiencia: la empresa componible puede reducir los costes y los riesgos, aprovechando los recursos existentes y evitando la duplicación o la obsolescencia de los sistemas.
Mayor resiliencia: la empresa componible puede recuperarse mejor de las crisis o las amenazas, gracias a su capacidad de adaptación y de innovación.